Sanidad rechazó financiar Mounjaro y nuevas versiones de Ozempic por su alto impacto económico en el sistema público, aunque las farmacéuticas seguirán negociando cambios.
La Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos decidió no financiar Mounjaro, fármaco usado para diabetes tipo 2 y control de peso. La tirzepatida, desarrollada por Lilly, cuenta con autorización para ambos usos. Aun así, la compañía pidió financiación solo para el tratamiento antidiabético. El organismo analizó el impacto económico y concluyó que el gasto sería demasiado alto para el Sistema Nacional de Salud, por lo que recomendó dejar el medicamento fuera de la cobertura pública.
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La resolución también detuvo la financiación de nuevas presentaciones de Ozempic, fabricado por Novo Nordisk. La semaglutida ya figura en la cartera pública, pero solo en casos concretos: diabetes tipo 2 en personas con obesidad y un índice de masa corporal igual o superior a 30, y siempre en combinación con otros antidiabéticos cuando dieta y ejercicio no logran regular los niveles de glucosa.
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Lilly señaló que seguirá dialogando con el Ministerio de Sanidad para revisar las objeciones de la CIPM. Novo Nordisk también transmitió su intención de continuar negociando para que las nuevas presentaciones de Ozempic se evalúen de nuevo en futuros encuentros. Las propuestas descartadas incluyen plumas de 3 ml a 0,5 mg, 1 mg con ocho plumas desechables y 2 mg con cuatro unidades. Por ahora, solo seguirán cubiertas las presentaciones ya financiadas y en combinación con otros antidiabéticos. Las compañías confían en que un análisis más amplio permita reconsiderar sus productos en próximas revisiones.
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