Kelley Mack, conocida por su papel de Addy en The Walking Dead, falleció a los 33 años por un tumor cerebral. Narró su lucha en redes y deja un legado artístico.
La actriz Kelley Mack, conocida por interpretar a Addy en cinco episodios de The Walking Dead, falleció el sábado en Cincinnati a los 33 años. Su familia comunicó la noticia a través de sus redes sociales este martes.
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Durante años, Mack documentó su batalla contra un tumor cerebral, específicamente un glioma difuso de la línea media, diagnóstico que recibió en 2024. A través de su Instagram compartió reflexiones profundas, avances médicos y la experiencia de volver a caminar.
Su familia escribió: “Era una luz brillante que ha trascendido al más allá. Kelley ya ha regresado a muchos de sus allegados en forma de variadas mariposas”.
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Además de su paso por The Walking Dead, Mack participó en series como 9-1-1 y Chicago Med. También actuó en películas independientes como Broadcast Signal Intrusion y Mr. Manhattan, y fue productora ejecutiva de su último proyecto, Universal.
Desde niña, Kelley protagonizó campañas para marcas como Dr. Pepper, Chick-fil-A y Budweiser. Prestó su voz para el personaje de Gwen Stacy en Spider-Man: Un nuevo universo y colaboró con su madre escribiendo guiones.
Compañeros de trabajo como Alanna Masterson y el director Michael E. Satrazemis lamentaron su muerte en redes sociales, destacando su espíritu creativo y resiliencia. Su historia quedará como testimonio de fuerza, arte y esperanza.
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