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La distopía de The Handmaid’s Tale refleja horrores reales. La serie se basa en hechos históricos de opresión y control sobre los cuerpos de las mujeres.
La serie The Handmaid’s Tale, inspirada en la novela de Margaret Atwood, retrata una sociedad distópica marcada por el control extremo sobre las mujeres. Aunque su historia parece ficción, está profundamente anclada en hechos históricos que sucedieron en el mundo real.
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Uno de los más impactantes fue el decreto 770 en Rumania, bajo el régimen comunista de Nicolae Ceaușescu. Las mujeres tenían prohibido abortar o usar anticonceptivos, lo que derivó en miles de embarazos forzados y un colapso en el sistema de salud infantil.
En Canadá, durante los años ochenta, se debatió intensamente sobre políticas de natalidad, lo que influyó en el contexto social que Atwood exploró. No era ficción: la presión por la reproducción se sintió en la vida política.
Dictaduras de distintas regiones del mundo han utilizado el control de la fertilidad como forma de poder. Al igual que en Gilead, las mujeres reales fueron obligadas a parir bajo leyes opresoras.
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La represión de la libertad reproductiva ha sido constante en muchos sistemas autoritarios. En esos contextos, los derechos de las mujeres desaparecen en nombre del orden o la moral.
The Handmaid’s Tale nos recuerda que estas atrocidades no solo sucedieron, sino que podrían repetirse. La serie sirve como advertencia y como memoria colectiva de la lucha por los derechos reproductivos.
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Fuente: www.esdelatino.com
