La hija de María Corina Machado recibió el Nobel de la Paz en su nombre en Oslo, mientras la líder opositora sigue en la clandestinidad y Venezuela vive mayor presión internacional.
La hija de María Corina Machado, Ana Corina Sosa, aceptó el Premio Nobel de la Paz en Oslo en representación de su madre, quien continúa en la clandestinidad. La líder opositora no aparece en público desde enero, cuando fue detenida brevemente en una protesta en Caracas. En su discurso, leído por su hija, aseguró que la libertad solo se conquista con firmeza y determinación.
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El presidente del comité noruego del Nobel, Jorgen Watne Frydnes, explicó que Machado intentó viajar a Noruega pese al riesgo extremo. Confirmó que se encuentra a salvo, lo que generó aplausos en la sala. A través de un audio difundido por la organización, Machado agradeció a quienes facilitaron su salida y afirmó que el reconocimiento pertenece a todos los venezolanos. También expresó su deseo de reencontrarse con su familia, a la que no ve desde hace dos años.
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La ceremonia reunió a líderes latinoamericanos como Javier Milei, Daniel Noboa, José Raúl Mulino y Santiago Peña, quienes acudieron para mostrar respaldo a Machado en un momento de creciente presión internacional sobre Venezuela.
El Nobel destacó a Machado por su lucha por una transición democrática, un proceso que se intensificó tras ganar las primarias opositoras y quedar impedida de competir contra Nicolás Maduro. La represión previa y posterior a las elecciones de 2024 dejó detenciones, inhabilitaciones y denuncias de abusos.
En el discurso leído por su hija, Machado insistió en que la democracia requiere valentía. Frydnes cerró su intervención con un mensaje directo: pidió a Maduro aceptar los resultados electorales y dejar el poder, recordando que los regímenes autoritarios no son permanentes.
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