Ozzy Osbourne falleció por un paro cardíaco derivado de enfermedad coronaria y Parkinson, según su certificado de defunción presentado en Londres.
Ozzy Osbourne, leyenda del heavy metal y líder de Black Sabbath, falleció el 22 de julio a los 76 años. Dos semanas después, se revelaron las causas oficiales de su muerte.
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Según el certificado de defunción presentado en Londres por su hija Aimée Osbourne, el cantante murió a causa de un paro cardíaco, producto de un infarto agudo de miocardio. También se confirmaron enfermedades previas: arterias coronarias obstruidas y Parkinson con disfunción autonómica.
La mañana del 22 de julio, una ambulancia aérea acudió a su casa en Buckinghamshire, Inglaterra, para brindarle atención crítica. Voló poco después al Hospital Harefield en Uxbridge, donde permaneció una hora.
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Osbourne había hablado abiertamente en años recientes sobre sus problemas de salud. A pesar de ello, ofreció su último concierto el 5 de julio en Birmingham, su ciudad natal, como parte del evento benéfico Back to the Beginning. Sentado en un trono negro, interpretó nueve canciones ante miles de fanáticos.
El 30 de julio, una multitud se congregó en las calles de Birmingham durante el cortejo fúnebre del artista. Más tarde, su familia realizó una ceremonia privada para darle el último adiós.
Ozzy Osbourne deja un legado inmortal como pionero del metal, símbolo de rebeldía y figura inquebrantable del rock mundial.
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