Leonidas Romero, diputado chileno, señaló en una reciente entrevista que el proyecto ‘Tengo fe en Dios’ se presentó sin su autorización.
Después de lo que significó la polémica por el retiro del proyecto, en principio, presentado por Leonidas Romero y que tenía la intención de cambiar la realidad sobre las causales para el aborto en Chile, el propio diputado Romero salió a los medios de comunicación y en una entrevista aseguró que todo lo referente a dicho documento se tramitó sin su autorización. El político del Partido Nacional Libertario indicó que uno de los integrantes de su equipo de trabajo, quien previamente presentó proyectos con su firma, lo pasó por alto en esta ocasión y llevó todo hasta instancias que no debió. Romero insistió en que, al darse cuenta de la situación, bajó el intento de cambio de ley.
Más allá de lo que pareció ser, según Romero, un problema de comunicación grupal, el diputado de ultraderecha deslizó en medio de la conversación que tuvo en el programa ‘El Tablón’ que estaba de acuerdo con el contenido del proyecto de ley. Al respectó agregó que él consideraba que, efectivamente, las líneas del documento coinciden con su posición y sumó una polémica declaración, indicando que “Hay señoritas que tuvieron una relación, se olvidaron de la pastilla del día después y después se dieron cuenta de que estaban embarazadas y, como saben que el Estado les va a financiar esto, dicen: ‘Me violaron’. ¿Quién la violó?, no sé quién me violó”. Una aseveración gravísima y totalmente fuera de lugar, pero que invita a pensar en la veracidad de la versión que dio sobre el retiro del proyecto.
Por motivos que saltan a la vista, la credibilidad de Romero se ha ido al piso y, de paso, un poco la de la derecha chilena y la del Partido Nacional Libertario. Como una suerte de burla al diputado le insisten en que el retiro del proyecto fue por presiones de José Antonio Kast, jefe de su colectividad, quien al darse cuenta de la locura que se estaba cometiendo lo intentó atajar. No obstante, el septuagenario político dejó en claro que la decisión fue propia y que además llevaba años sin hablar con Kast. De cualquier forma, con o sin presión, la falta de seriedad de Romero con su trabajo legislativo es lo único que ha quedado totalmente claro en medio de este confuso episodio.
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