Bukele reafirma su estrategia de seguridad y dice no importarle que lo llamen dictador, pese a denuncias de abusos y polémicas reformas legales en El Salvador.
Durante la presentación de su informe anual ante el Congreso, el presidente Nayib Bukele reafirmó su estrategia de seguridad. Afirmó que no le importa que lo llamen dictador si eso significa mantener a los salvadoreños a salvo. “Prefiero que me llamen dictador a ver morir gente inocente”, aseguró.
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Bukele respondió a reportes de medios y organizaciones que denuncian capturas arbitrarias y violaciones de derechos humanos bajo su gobierno. Desde 2022, el régimen de excepción ha permitido la detención de más de 86.400 presuntos pandilleros. Sin embargo, se han reportado más de 6.900 denuncias por abusos y 416 muertes bajo custodia, según Socorro Jurídico Humanitario.
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El presidente también defendió la Ley de Agentes Extranjeros, que impone un impuesto del 30 % a las donaciones que reciben organizaciones civiles. Según Bukele, la norma busca asegurar que el dinero extranjero se use para fines sociales reales y no para influencias políticas ocultas.
Pese a que la Constitución lo prohibía, Bukele fue reelegido con el 85 % de los votos tras un fallo favorable de la Corte Suprema. Aunque algunos sectores cuestionan la legitimidad de su segundo mandato, su popularidad se mantiene alta. San Salvador es ahora, según su gobierno, una de las ciudades más seguras de la región.
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