Los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore pasaron nueve meses en órbita debido a problemas técnicos con la nave Boeing Starliner, cuando su misión original debía durar solo ocho días. Ahora que han regresado, deben readaptarse a la gravedad terrestre tras un largo periodo en microgravedad.
Otras noticias: Un proyecto de Código Penal endurece el castigo por aborto y le suma 15 años de prisión en República Dominicana
Frank Rubio, astronauta de la NASA, vivió 371 días en la Estación Espacial Internacional (EEI), rompiendo récords y proporcionando datos clave sobre cómo el cuerpo responde a la ingravidez. Su tiempo en órbita ayudó a analizar la pérdida de masa ósea y muscular, un problema crítico para misiones futuras.
Lo que aumenta el riesgo de fracturas y dificulta la recuperación al regresar a la Tierra. Para contrarrestarlo, realizan rutinas diarias de ejercicio con resistencia, aunque algunos estudios sugieren que no es suficiente para evitar completamente la atrofia muscular.
Léase también: La gripe aviar no se detiene: FAO advierte sobre una propagación “sin precedentes”
Otro efecto es el síndrome neuro-ocular asociado a los vuelos espaciales, que puede causar edemas y cambios en la visión. Además, la exposición a radiación cósmica aumenta el riesgo de problemas oculares y otras complicaciones de salud.
Estos hallazgos son esenciales para futuras misiones a Marte, cuyo viaje de ida y vuelta duraría aproximadamente 1.100 días. Con estos conocimientos, los científicos buscan mejorar la preparación de astronautas y el diseño de naves espaciales para minimizar los efectos adversos del espacio en el cuerpo humano.
Te puede interesar: Llegan a El Salvador más de 200 presuntos miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua