“Demon Slayer: Infinity Castle” lidera la taquilla en EE.UU. con US$ 17,3 millones y rompe récords, consolidando al anime como fenómeno entre la Generación Z y Alfa.
El anime ha sido visto durante años como un género de nicho en los cines de EE.UU., pero Demon Slayer: Infinity Castle ha roto esa percepción. En su segundo fin de semana en cartelera, la película recaudó US$ 17,3 millones, alcanzando un total de US$ 104,73 millones en solo nueve días.
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El éxito, distribuido por Crunchyroll y Sony, no solo sorprende por la magnitud de la taquilla, sino porque confirma que el público joven mantiene un interés sostenido en el anime. Según encuestas recientes, el 42 % de la Generación Z consume anime semanalmente, y este fenómeno se refleja en las salas.
La crítica también ha respaldado el filme, con un 98 % de aprobación en Rotten Tomatoes. Con estas cifras, la cinta superó el récord histórico de Pokémon: The First Movie (1999), que había alcanzado US$ 85 millones.
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Analistas como Paul Dergarabedian de Comscore señalan que este desempeño abre la puerta a que más producciones de anime encuentren un espacio estable en el mercado cinematográfico estadounidense.
Mientras Infinity Castle lideró la taquilla, otras producciones como Him (US$ 13,5 millones) y The Conjuring: Last Rites (US$ 12,95 millones) quedaron relegadas. En total, el fin de semana cerró con US$ 75 millones, un leve descenso frente al año pasado.
El éxito de Demon Slayer confirma que el anime ya no es solo un nicho, sino un competidor de peso en la taquilla global.
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