La empresa Walletmor fundada en 2015, se ha encargado de diseñar y distribuir microchips que se implantan de manera subdérmica en las personas para funciones cotidianas, como pagar por medio de un datáfono o abrir una puerta de forma electrónica.
Varias personas alrededor del mundo, han decidido obtener esta tecnología para facilitar su vida. Sin embargo, la población que tiene acceso a este tipo de “facilidades”, ha causado bastante revuelo en los últimos días, desde un aspecto tendencioso hasta los cuestionamientos que han surgido desde allí.
Antes de que las personas se plantearan respuestas al respecto, vieron situaciones que estaban relacionadas con esto.
El biohacking se refiere a la experimentación del cuerpo humano o la biología en general, con técnicas y tecnologías avanzadas para mejorar el rendimiento y la calidad de vida.
Las opiniones generales se encuentran bastante polarizadas, pues una encuesta realizada a más de 4000 personas en el Reino Unido y la Unión Europea en el 2021, reveló que el 51% de la población, estaría dispuesta a usar el chip.
Otras empresas también han desarrollado técnicas para facilitar pagos, o accesos a diferentes lugares.
La utilizada por Walletmor para el microchip implantable, se llama NFC (Near Field Communication) o Conexión por Proximidad. Es la misma usada para los pagos por medio del celular, donde uno de los dispositivos actúa como lector, y el otro como etiqueta.
El papel de la tecnología en la vida humana está, sin dudas, avanzando y cambiando. La humanidad debe adaptarse a lo que viene, e igualmente poner límites para garantizar su seguridad.
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