Su nuevo rostro quedó al descubierto durante una de sus presentaciones en Las Vegas en donde vimos un Ricky con los ojos más pequeños, la sonrisa más diminuta y una piel estirada que parece una sartén con bronceado. ¡No lo pudimos reconocer!
Esperemos que este procedimiento que se hizo el cantante boricua no sea permanente y sólo sea una ilusión óptica porque se afeitó su mítica barba y que pronto podamos verlo en los escenarios como nos gusta: guapote y bien conservado.