Santiago de Chile alcanza el tercer lugar mundial en contaminación del aire. Se declara alerta ambiental y se aplican restricciones para reducir el daño a la salud.
Este martes, Santiago de Chile fue clasificada como la tercera ciudad más contaminada del mundo, según el monitoreo global de calidad del aire de IQAir. Ante esta situación crítica, la Delegación Presidencial de la Región Metropolitana activó una alerta ambiental.
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Los niveles de partículas finas alcanzaron los 161 microgramos por metro cúbico, superando por más de diez veces el límite recomendado por la OMS. Estas partículas, al ser inhaladas, pueden causar serios daños al sistema respiratorio y cardiovascular.
Como parte de la alerta, quedó prohibido el uso de calefactores a leña, así como las quemas agrícolas. También se restringió la circulación de vehículos anteriores a 2011 y de transporte de carga en el centro de la ciudad.
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El Ministerio de Educación recomendó ajustar la intensidad de las clases de educación física, privilegiando actividades bajo techo y de menor esfuerzo físico.
Ubicada en un valle rodeado de montañas, Santiago suele enfrentar estas crisis durante el otoño e invierno, cuando la ventilación atmosférica disminuye. “La contaminación queda atrapada y se acumula día tras día”, explicaron expertos en calidad del aire, quienes insisten en la necesidad de políticas sostenidas que combatan la crisis estructural de la capital chilena.
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