
En un debate marcado por interrupciones, acusaciones personales y disputas sobre migración, pensiones y financiamiento público, los candidatos presidenciales José Antonio Kast y Jeannette Jara exhibieron sus posturas opuestas.
El debate organizado por la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI) derivó en uno de los encuentros más ásperos de la campaña, con interrupciones constantes, barras de apoyo reaccionando con gritos y burlas, y un tono confrontacional poco habitual. Ambos candidatos usaron cada una de sus intervenciones no solo para defender sus propuestas, sino para cuestionar la credibilidad del rival y claro, cada vez que hubo espacio, atacarse. Kast, por ejemplo, señaló a Jara de haber defendido a un abusador cuando era ministra de Gabriel Boric; mientras que la oficialista aseguró que los conformaban personas que “joden” a la gente.
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Más allá de las disputas y rencillas personales que se hicieron protagonistas durante el espacio, quedó bastante claro que en caso de ganar uno u otro, el panorama político en Chile cambiará de forma contundente. Temas como migración, seguridad, pensiones y gasto público fueron ejes de fuertes discusiones y desencuentros. Kast, por su lado, sostuvo su propuesta de expulsiones masivas para migrantes irregulares, reformas previsionales y austeridad fiscal. En el caso de Jara, de forma opuesta, defendió una mirada de protección social, fortalecimiento de servicios públicos y una política migratoria más institucional y regulada.
El debate ARCHI dejó en claro que la fase final de las presidenciales en Chile se vivirá en un ambiente de polarización profunda. Los votantes tendrán dos visiones muy distintas: una opción conservadora que promete orden y recortes y otra que apuesta por ampliar el rol del Estado y mantener programas sociales. El pueblo, con el futuro por delante, tendrá que decidir por quién se decanta en los próximos días.
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