Cinco jóvenes mineros murieron aplastados en un derrumbe en la mina de oro Amayapampa, Potosí, Bolivia, donde la falta de seguridad provoca accidentes frecuentes.
Cinco mineros artesanales murieron el viernes tras un derrumbe en la mina de oro Amayapampa, ubicada en la región de Potosí, al suroeste de Bolivia.
El coronel Fernando Barrientos, comandante regional, confirmó que los cuerpos de los jóvenes, de entre 23 y 25 años, fueron recuperados horas después del accidente.
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“La causa de la muerte fue asfixia por aplastamiento. Gran cantidad de tierra se desprendió dentro de la mina y los atrapó”, explicó Barrientos, quien agregó que solo dos de las víctimas han sido identificadas.
Las víctimas trabajaban por cuenta propia y de manera artesanal, provenientes de poblados cercanos al yacimiento. Según la policía, 73 mineros han muerto en accidentes similares en Bolivia durante 2025, la mayoría en minas con condiciones precarias de seguridad.
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El oficial subrayó que la falta de medidas de protección y las condiciones extremas de trabajo son las principales causas de los derrumbes fatales.
Las autoridades investigan las causas exactas del desprendimiento para determinar responsabilidades. Esta tragedia vuelve a exponer la vulnerabilidad de los mineros artesanales frente a un sector donde los accidentes son frecuentes y las medidas preventivas son limitadas.
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