El paro campesino y minero genera bloqueos, desabastecimiento de gasolina, alza de precios y represamiento de alimentos en Boyacá y Santander, con graves afectaciones.
El paro campesino y minero, que ya lleva cuatro días, ha generado graves afectaciones en varias regiones del país. En Boyacá, la Secretaría de Salud declaró alerta amarilla hospitalaria debido a la dificultad para trasladar pacientes. Además, el bloqueo de vías ha provocado el represamiento de 400.000 litros de leche y 400 toneladas de alimentos, afectando a 29 municipios con desabastecimiento de gasolina.
En Santander, aunque no hay desabastecimiento de alimentos, el aumento de precios es evidente. Por ejemplo, una carga de cebolla pasó de costar $50.000 a $180.000. Mientras tanto, en Norte de Santander, continúan los bloqueos en la vía entre Cúcuta y Pamplona.
El gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, informó sobre la creación de un Puesto de Mando Unificado (PMU) y señaló que, en conjunto con el Gobierno Nacional, buscan un acuerdo con los manifestantes para permitir el tránsito intermitente y mitigar el impacto económico.
Las empresas de transporte han implementado rutas alternas por el Magdalena Medio y el sur del Cesar para evitar los bloqueos, aunque las afectaciones persisten. También se reportan problemas en el suministro de energía en la planta Termopaipa y Bavaria ha advertido que su producción está en riesgo por falta de insumos. Las negociaciones con los campesinos continúan, mientras las gobernaciones y alcaldías urgen soluciones rápidas para resolver la crisis.
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