El huracán Melissa, de categoría 5, avanza lentamente tras devastar Jamaica y amenaza con lluvias extremas e inundaciones en Cuba y las Bahamas.
El huracán Melissa, que alcanzó la categoría 5, continúa su avance por el Caribe con una intensidad que mantiene en vilo a los meteorólogos. Tras dejar graves daños en Jamaica, el fenómeno se dirige lentamente hacia el sudeste de Cuba y las Bahamas, donde ya se han declarado estados de emergencia.
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Melissa mantiene vientos sostenidos de más de 260 km/h, y su desplazamiento, de apenas 5 km/h, agrava el peligro. “El problema no es solo la fuerza del viento, sino el tiempo que permanece sobre el mismo lugar”, explicaron expertos del Centro Nacional de Huracanes. El sistema ya ha descargado lluvias torrenciales que han convertido las calles de Kingston en ríos.
Las autoridades de Cuba y República Dominicana comenzaron evacuaciones masivas, mientras que en Jamaica miles de personas buscan refugio en escuelas e iglesias. Según la Cruz Roja, más de 1,5 millones de personas podrían verse afectadas por las inundaciones y las marejadas ciclónicas.
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El Servicio Nacional de Meteorología de EE.UU. advirtió que, aunque Melissa podría debilitarse al tocar tierra, las condiciones cálidas del mar podrían mantenerlo peligroso durante varios días.
Los expertos señalan que fenómenos como Melissa son cada vez más frecuentes debido al calentamiento de los océanos. Su lenta velocidad de traslación permite que descarguen lluvias extremas y erosionen amplias zonas costeras. “Cada hora sobre el Caribe significa más agua, más daño y más vidas en riesgo”, alertó CNN.
Melissa es ya la tormenta más potente del año en el Atlántico y una de las más destructivas de la última década, un recordatorio del poder creciente de los huracanes en tiempos de cambio climático.
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