Mientras cumple con la sentencia que le dictó un tribunal en Brasil, Jair Bolsonaro, figura de la derecha en Brasil, debe pedir permiso hasta para tomarse exámenes médicos
Pasar de ser el jefe del ejecutivo de un país a estar condenado por la justicia de ese mismo país que supiste liderar, debe ser muy complicado. Bueno, lo anterior es el escenario que se encuentra viviendo Jair Bolsonaro, la volátil figura de la derecha en Brasil quien, desde hace algunas semanas, está recluido en su casa producto de un arresto domiciliario que le fue ordenado tras la acusación de estar relacionado con una conspiración golpista tras perder las elecciones presidenciales en el año 2022. La rigurosa decisión fue tomada luego de que el expresidente no cumpliera con las medidas cautelares que se le habían dictado; entre otras, abstenerse de publicar en redes sociales.
Según los abogados del exmandatario de 70 años de edad, Bolsonaro necesitaba acudir a un hospital en función de tomarse unos exámenes médicos para monitorear su estado de salud. Conforme lo anterior, el equipo jurídico del polémico líder de la derecha brasileña, se estuvo moviendo y consiguió que los tribunales de justicia le otorgaran un permiso para salir de su casa. La solicitud fue satisfactoriamente aceptada por dichas instancias y Bolsonaro tuvo la posibilidad de estar por fuera de su prisión domiciliaria, el pasado 16 de agosto, por al menos ocho horas. No obstante, desde los propios tribunales se le indicó a Bolsonaro y su círculo más cercano, que se debía presentar un certificado que avalara su presencia en el centro médico. Para esto último el expresidente contó con 48 horas, espacio de tiempo que le fue concedido por un juez.
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