Con el objetivo de ser la figura progresista que enfrente a la derecha en Chile, Jeannette Jara fue elegida como la representante de la izquierda chilena
En vísperas de la salida de Gabriel Boric como presidente de Chile, producto de la finalización de su periodo, la izquierda chilena ya ha elegido a la figura con la que, de alguna manera, se puedan tomar las banderas del saliente líder para continuar con una línea de gobierno similar. Se trata de Jeannette Jara, una mujer que hizo parte, justamente, del gobierno Boric como Ministra y que aspira, a sus 51 años, poder continuar con la tendencia progresista en el ejecutivo chileno. Vale decir que la tarea para Jara no será nada fácil, ya que el crecimiento de la derecha en el país austral se encuentra con auge y se hace necesario atajarlo de alguna manera.
Tras la selección de Jara como figura para liderar a la izquierda chilena de cara a los próximos comicios presidenciales, muchos han sido los interrogantes de la ciudadanía y, en particular, de los militantes de izquierda. La principal duda, claro, ha sido si podrá Jara tomar las banderas de Boric y llevar el barco a buen puerto; una situación que, como casi todo en política, no tiene una respuesta pero que, bajo la experiencia de Jara, invita a pensar que se puede estar frente a una figura que cuenta con las condiciones y la personalidad para plantar cara a los paladines de la derecha y ultraderecha de estas tierras. Su manejo profesional como funcionaria pública, será fundamental.
Los primeros pasos de Jara hacen pensar que, por lo pronto, en su cabeza hay algo claro: la necesidad de buscar unidad entre sectores para poder combatir las facciones opositoras. Frente a lo anterior, Jara se ha movilizado de forma inteligente y ha invitado a participar a figuras de distintos grupos afines con su tendencia política. Una actitud que genera esperanza en los votantes de izquierda chilenos, ya que el crecimiento de la derecha ha dejado de ser un mito para convertirse en una realidad y, dicha dinámica, solo se podrá combatir con la unión de quienes pretendan plantar cara e intentar mantener el espacio que ha ganado con gobiernos como el de Boric. Por lo pronto, Jara transita el que parece ser el sendero adecuado, ese que se construye con la unión de los intereses comunes, en el que se dejan de lado los egos y en el que, lo principal, es la defensa de lo que ha construido en derechos y respeto a la diversidad.
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