El expresidente colombiano Álvaro Uribe fue sentenciado a 12 años de prisión domiciliaria por soborno a testigos y fraude procesal, en un histórico fallo de primera instancia.
La justicia colombiana condenó a 12 años de prisión domiciliaria al expresidente Álvaro Uribe Vélez, hallado culpable de soborno a testigos y fraude procesal. La jueza Sandra Heredia anunció además la inhabilitación por ocho años para ejercer cargos públicos y una multa de 776.000 dólares.
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Uribe, quien gobernó entre 2002 y 2010, se declaró inocente y calificó el proceso como una “persecución política”. El fallo es el primero contra un expresidente en Colombia y podrá ser apelado ante un tribunal de segunda instancia.
Según la sentencia, Uribe instigó a un abogado a manipular a exparamilitares con ofrecimientos de dinero y beneficios judiciales para que declararan a su favor. El caso surgió tras la denuncia en 2012 del senador Iván Cepeda, quien lo acusó de vínculos con grupos paramilitares.
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El proceso judicial incluyó dos meses de arresto domiciliario en 2020 y derivó en el juicio que ahora marca un precedente en la historia política y judicial del país.
El fallo polarizó a la sociedad colombiana. Simpatizantes de Uribe calificaron la condena como injusta, mientras opositores celebraron que la justicia alcanzara a un expresidente.
La defensa apelará la decisión, y la segunda instancia deberá resolver antes de octubre. De confirmarse, el caso podría escalar a la Corte Suprema, que tendría la última palabra.
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