
Un estudio revela que las plataformas digitales y la IA refuerzan los estereotipos de género, mostrando a las mujeres como más jóvenes y menos competentes que los hombres.
Las nuevas tecnologías no están cerrando la desigualdad entre hombres y mujeres: la están profundizando. Un estudio publicado en la revista Nature revela que las plataformas digitales amplifican los sesgos de género, presentando a las mujeres como más jóvenes y menos competentes que los hombres, incluso en profesiones de alto prestigio.
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El análisis abarcó 1,4 millones de fotos y videos de Google, Wikipedia, IMDb y YouTube, además de miles de millones de palabras en redes sociales. Los resultados muestran que la edad percibida de las mujeres es, en promedio, 5,46 años menor que la de los hombres en representaciones digitales.
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“Estos hallazgos se mantienen sin importar si el género y la edad se miden mediante juicios humanos o inteligencia artificial”, señala el informe, que evidencia un patrón especialmente marcado en sectores profesionales altamente cualificados.
El estudio también evaluó a ChatGPT, generando 40.000 currículos para más de 50 profesiones. El resultado fue claro: cuando el solicitante tenía nombre femenino, la IA lo describía como más joven y con menos experiencia que el equivalente masculino.
Además, al evaluar los perfiles, la herramienta calificó a los hombres mayores como “más aptos” para los mismos puestos, reforzando la desigualdad laboral.
Hacia una tecnología más justa
Expertas como Marian Blanco, de la Universidad Rey Juan Carlos, subrayan que “la tecnología no es neutral, sino que amplifica los estereotipos culturales preexistentes”, Por su parte, Nuria Oliver, directora de la Fundación ELLIS Alicante, destaca que el estudio “cuantifica con rigor un sesgo que tiene consecuencias reales en el mercado laboral”.
Ambas coinciden en la urgencia de construir infraestructuras digitales más inclusivas, que cuestionen los supuestos culturales y eviten que los algoritmos perpetúen la desigualdad.
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