Desde la Santa Sede se ha resuelto que habrá una nueva diócesis en Santo Domingo y que la misma tendrá como obispo a Manuel Antonio Ruíz de la Rosa, un religioso famoso por sus intereses políticos.
No es una sorpresa que se tomen decisiones desde El Vaticano y que las mismas estén cargadas de polémica. Ha pasado antes, de hecho, pasa todo el tiempo. Particularmente con situaciones que involucran a religiosos con temas de acoso o abuso, pero que desde las altas cúpulas de esa institución deciden obviar, en función de no generar afectaciones sobre su imagen.
Una de esas decisiones tiene como protagonista, por estos días, a la República Dominicana, lugar en el que habrá una nueva diócesis. Hasta ahí, pareciera no haber ningún problema; el lío resultó cuando se definió que el padre Manuel Antonio Ruíz de la Rosa sería el obispo. Sí, Ruiz de la Rosa, el mismo religioso que hasta hace algún tiempo estuvo involucrado en algunos episodios relacionados con proselitismo político.
Lea también Violencia, castigo y desconocimiento: barreras de las mujeres para abortar en Ecuador
Dicen que Ruiz de la Rosa es ampliamente estudiado, y es sacerdote desde 1993. Al religioso se le conoce por haber hecho parte de algunos proyectos sociales dominicanos como “Movearte”, “La posada Belén”, o “Vida sobre el Ozama”.
La pregunta es: ¿Qué tan bueno es realmente el padre Ruiz? Habría que empezar por decir que es un religioso que está en contra de todos los temas relacionados con derechos (sí, como casi todos) y de esos que se autodenominan como “defensores de la familia” para suavizar su visión radical en contra del respeto a la diversidad.
Aunado a lo anterior, Ruiz es un tipo que ha estado inmerso en distintos espacios políticos. República Dominicana es un país en el que la iglesia cuenta con una fuerte presencia y destacada relevancia en decisiones gubernamentales (sin importar quién sea presidente).
Ruiz, por ejemplo, carga en su reputación señalamientos por hacer proselitismo aprovechando su posición como secretario de la Pastoral de la Vida de la Iglesia Católica. Sí, ese sujeto que participa y lidera proyectos sociales, aprovecha su influencia para intervenir en política en función de, se imagina uno, favorecer sus propios intereses.
Incluso, se dice en el mundillo político que ha intervenido en distintos procesos en los que sus decisiones afectaron la vida de algunas personas, impidiendo que el sector médico pudiera tomar las mejores decisiones de salud, basados en la moral que se les impone desde esta figura de la iglesia.
Adicionalmente, se habla en los mismos pasillos que fue muy grande su influencia para proteger a un sacerdote acusado de varios crímenes, pero que nunca recibió castigo o justicia por las acciones que cometió. Un lobo disfrazado de oveja, aparentemente, porque las pruebas de esos rumores, pocos las confirman pero muchos las dicen conocer.
Aquí es cuando se cuestionan las formas de la Santa Sede. ¿Por qué se piensa que debe representar al Vaticano una figura que se encuentra involucrada en actividades negativas? ¿Qué acaso no hay una herramienta en la Santa Sede para hacer seguimiento a los distintos religiosos en el mundo de cara a evitar seleccionar a uno envuelto en polémicas?
Mientras todos estos cuestionamientos se quedan sin responder, Manuel Ruiz asumirá el liderazgo de la nueva diócesis y se responsabilizará por guiar una comunidad en los campos de la creencia, la fe y… ¿algo de proselitismo? Ya lo veremos.
Te puede interesar Ganan las mujeres, pierde la credibilidad de los políticos en Chile