
El presidente de Portugal criticó la gestión de las escuchas al ex primer ministro António Costa y pidió aclarar por qué no se siguió el procedimiento legal ante el Tribunal Supremo.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, dijo que la ley no se aplicó como debía en el caso de las escuchas telefónicas al ex primer ministro António Costa, hoy presidente del Consejo Europeo. Durante una visita a Mónaco, explicó que un error de este tipo tiene mayor impacto cuando afecta a un jefe de Gobierno, y por eso exige total claridad.
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La polémica estalló después de que la Fiscalía reconociera que realizó siete escuchas sin avisar al Tribunal Supremo. Este paso es obligatorio cuando una investigación incluye a un primer ministro, incluso si su participación surge de manera indirecta.
En una nota pública, la Fiscalía aseguró que todas las escuchas de la Operación Influencer estaban notificadas al Supremo cuando Costa aparecía formalmente involucrado. Sin embargo, detectó siete excepciones. Seis fueron intentos de contacto y una incluyó una intervención del exmandatario. Ninguna tenía como objetivo espiar directamente a Costa. Surgieron al interceptar teléfonos de otras personas investigadas.
Aun así, el ministerio público reconoció que debió haber informado al Supremo y prometió revisar el procedimiento interno.
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Los abogados de Costa pidieron aclarar lo ocurrido y señalar responsabilidades. Recuerdan que el ex primer ministro dejó el cargo el 7 de noviembre de 2023, horas después de que la Fiscalía anunciara que lo investigaba por supuestas irregularidades en proyectos de litio, hidrógeno verde y un centro de datos.
Dos años después, no hay imputación ni avances relevantes. Las críticas contra la Fiscalía han aumentado, y el presidente insiste en que este episodio solo se resolverá con transparencia total.
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