Grace Spence Green, estudiante de medicina, quedó paralítica tras un extraño accidente en un centro comercial. Hoy reconstruye su vida con fuerza y esperanza.
Grace Spence Green tenía 22 años, vivía en Londres y cursaba el último año de medicina cuando un evento insólito cambió su destino. Un hombre se arrojó desde 40 metros de altura en un centro comercial y cayó directamente sobre su espalda, destrozándole la columna. Grace sobrevivió, pero quedó paralítica.
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Tras el impacto, se despertó en el suelo sin poder mover las piernas. Lo que parecía irreal se confirmó con una resonancia: múltiples fracturas, daño en la médula espinal y una parálisis irreversible.
Grace pasó meses entre hospitales y rehabilitación. Al principio, negaba su discapacidad. Creía que saldría caminando, como en las películas. Pero poco a poco, aceptó su nueva realidad y empezó a reconstruirse: física, emocional y mentalmente.
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El mayor desafío no fue solo la movilidad, sino enfrentarse al capacitismo y a una sociedad que no está diseñada para personas con discapacidad.
Grace nunca sintió odio hacia el hombre que cayó sobre ella. Su energía se centró en sanar y recuperar su proyecto de vida. Se reconectó con su vocación médica y hoy, como usuaria de silla de ruedas, afirma que su experiencia como paciente la hace mejor doctora.
Su historia revela la crudeza del azar, la fuerza de la resiliencia y la necesidad urgente de una sociedad más empática e inclusiva.
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