Uruguay lanzó una estrategia nacional para reducir el embarazo adolescente y mejorar la detección de abusos, con nuevas medidas de control y un enfoque intersectorial.
Uruguay presentó una nueva estrategia nacional para reducir el embarazo adolescente y enfrentar un fenómeno que, según el gobierno, refleja desigualdad y vulnerabilidad. Durante el acto oficial, la ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, aseguró que el país asumió este desafío como una política de Estado. Señaló que la mayor preocupación surge entre niñas menores de 15 años, un grupo donde se detectan situaciones de abuso, violencia sexual y redes de explotación.
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La estrategia busca eliminar el embarazo en etapas tempranas y fortalecer la prevención entre jóvenes de 15 a 19 años. Como parte del plan, la ministra anunció un decreto que obligará a todos los prestadores de salud, públicos y privados, a notificar embarazos en menores de 14 años. Esta obligación antes regía solo para la red pública ASSE.
Aunque la tasa de fecundidad adolescente cayó de 60 por cada mil mujeres en 2013 a 20,9 en 2024, el gobierno recordó que el 8% de los nacimientos del país todavía corresponde a madres jóvenes. En 2024 se registraron 2.390 nacimientos de madres adolescentes, incluyendo 37 casos de niñas menores o iguales a 14 años.
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El presidente de ASSE, Álvaro Danza, anunció que en 2026 se creará una dirección de salud sexual y reproductiva para reforzar estas políticas y sostener el trabajo realizado por los equipos médicos. Entre 2021 y 2024, los servicios públicos notificaron 190 embarazos en niñas menores de 14 años, un registro que permitió elaborar un estudio premiado por la Academia Nacional de Medicina.
Lustemberg cerró su presentación con un llamado a la acción colectiva. Afirmó que prevenir el embarazo no intencional exige el compromiso de familias, comunidades, centros educativos y servicios de salud, no solo de niñas y adolescentes.
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